
"Nos estamos llenando de argumentos para tomar decisiones a final de temporada", anunció tras visitar el vestuario por la mañana.
Txiki Begiristain lanzó ayer una serie de mensajes al vestuario, al técnico y a la afición azulgrana tras la caída del equipo a la tercera plaza, tras el Villarreal, y quedar a 7 puntos del líder. Sin emplear la palabra limpieza anunció que "nos estamos llenando de argumentos para tomar decisiones, que no se ejecutarán ahora sino al final de temporada", dijo en el programa Gol a Gol, de TV3. Sobre Rijkaard ya no se mostró tan seguro de su continuidad. Si hace unas semanas en el mismo escenario afirmó que planificaba con él la próxima temporada, ayer cambió el discurso: "A mí me gustaría que continuase. Lo que es evidente es que debemos esperar a ver cómo acaba la temporada, cómo está el ambiente de la plantilla respecto al entrenador y del técnico respecto a los jugadores", dijo tras referirse a las virtudes del holandés siempre en tiempo pasado: "El técnico que necesita el Barça tiene que estar encima de los detalles y tiene que ser justo y Frank lo ha sido, ha trabajado con una plantilla en crecimiento y lo hemos elogiado, lo que pasa es que ahora estamos en dificultades".
A la afición le prometió un "proyecto ganador. A final de temporada valoraremos rendimientos, edades, la progresión negativa o positiva de cada cual y a partir de aquí se confeccionará una plantilla con ilusión y que no esté pendiente de recuperarse de nada sino en crecimiento y con ganas de conquistar títulos".
Tras su visita al vestuario ayer por la mañana, dijo haber "encontrado mucha reflexión. Pero espero que más que palabras salgan conclusiones, lo que la gente espera es una reacción: necesitamos hechos como la gran primera parte del sábado, pero también que no se reproduzcan episodios como los de la segunda parte". En su opinión lo sucedido evidencia "la falta de seguridad del equipo en sí mismo, incapaz de encarar una situación adversa, sin reacción desde el campo y que cuesta ver fuera de él, lo que nos lleva a una situación de descontrol", dijo en alusión al inmovilismo del banquillo en el Ruiz de Lopera.
Negó que hubiera crisis precisamente "porque la crisis es una situación de incapacidad para hacer nada y eso no lo veo. Además, este equipo ha sabido defenderse en momentos complicados, lo ha hecho cuando ganamos la Champions y este año en Copa ante Sevilla y Villarreal, rivales duros".
Negó que se vayan a tomar decisiones drásticas ahora, "movidos por presiones o por la preocupación y el cabreo de los aficionados. Hay que ser consecuente. Si la tomas es porque crees que la solución está en esa decisión, eso hay que tenerlo en cuenta antes". Y no cree tampoco que el equipo necesite un entrenador de mano dura "porque no va con nuestro estilo. Lo que sí hace falta, insisto, es un técnico que esté encima de los detalles, que es lo que le hemos pedido a Rijkaard, eso y que el equipo reaccione en la Champions porque la afición se ha agarrado a ella. Se trata de recordar esa capacidad que tiene el equipo de hacer buen fútbol y de defenderlo como cuando le ha tocado hacerlo, a base de intensidad, sacrificio y solidaridad". A propósito de esta falta de solidaridad, dijo: "No puedes hacer entrenar a un jugador que sufre una elongación porque lo dice la resonancia o a alguien que dice tener molestias, si dice que las tiene nosotros lo creemos. Después vendrá el momento de las decisiones y todo esto son argumentos que se tendrán en cuenta".
También desmintió que Frank hubiera puesto su cargo a disposición de la junta: "No es verdad".
Sobre la acusación a la junta de 'tapar' situaciones de jugadores poco solidarios reiteró el mismo argumento: "Hay que ver el final, cómo acaba todo esto. Si cuando acabe la temporada hay un rendimiento que no nos gusta entonces decidiremos si queremos que un jugador continúe o no, ahora no se puede perjudicar al grupo. Pero es verdad que no contábamos estar a estas alturas de la temporada con tantas bajas. Pero no me gusta emplear -dijo- la palabra 'limpieza'".
La única conclusión es que "todos nos jugamos continuar o no en este momento".
A la afición le prometió un "proyecto ganador. A final de temporada valoraremos rendimientos, edades, la progresión negativa o positiva de cada cual y a partir de aquí se confeccionará una plantilla con ilusión y que no esté pendiente de recuperarse de nada sino en crecimiento y con ganas de conquistar títulos".
Tras su visita al vestuario ayer por la mañana, dijo haber "encontrado mucha reflexión. Pero espero que más que palabras salgan conclusiones, lo que la gente espera es una reacción: necesitamos hechos como la gran primera parte del sábado, pero también que no se reproduzcan episodios como los de la segunda parte". En su opinión lo sucedido evidencia "la falta de seguridad del equipo en sí mismo, incapaz de encarar una situación adversa, sin reacción desde el campo y que cuesta ver fuera de él, lo que nos lleva a una situación de descontrol", dijo en alusión al inmovilismo del banquillo en el Ruiz de Lopera.
Negó que hubiera crisis precisamente "porque la crisis es una situación de incapacidad para hacer nada y eso no lo veo. Además, este equipo ha sabido defenderse en momentos complicados, lo ha hecho cuando ganamos la Champions y este año en Copa ante Sevilla y Villarreal, rivales duros".
Negó que se vayan a tomar decisiones drásticas ahora, "movidos por presiones o por la preocupación y el cabreo de los aficionados. Hay que ser consecuente. Si la tomas es porque crees que la solución está en esa decisión, eso hay que tenerlo en cuenta antes". Y no cree tampoco que el equipo necesite un entrenador de mano dura "porque no va con nuestro estilo. Lo que sí hace falta, insisto, es un técnico que esté encima de los detalles, que es lo que le hemos pedido a Rijkaard, eso y que el equipo reaccione en la Champions porque la afición se ha agarrado a ella. Se trata de recordar esa capacidad que tiene el equipo de hacer buen fútbol y de defenderlo como cuando le ha tocado hacerlo, a base de intensidad, sacrificio y solidaridad". A propósito de esta falta de solidaridad, dijo: "No puedes hacer entrenar a un jugador que sufre una elongación porque lo dice la resonancia o a alguien que dice tener molestias, si dice que las tiene nosotros lo creemos. Después vendrá el momento de las decisiones y todo esto son argumentos que se tendrán en cuenta".
También desmintió que Frank hubiera puesto su cargo a disposición de la junta: "No es verdad".
Sobre la acusación a la junta de 'tapar' situaciones de jugadores poco solidarios reiteró el mismo argumento: "Hay que ver el final, cómo acaba todo esto. Si cuando acabe la temporada hay un rendimiento que no nos gusta entonces decidiremos si queremos que un jugador continúe o no, ahora no se puede perjudicar al grupo. Pero es verdad que no contábamos estar a estas alturas de la temporada con tantas bajas. Pero no me gusta emplear -dijo- la palabra 'limpieza'".
La única conclusión es que "todos nos jugamos continuar o no en este momento".
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