Al Barça le espera un infierno de diseño

El Veltins Arena es uno de los estadios más modernos del mundo, pero de ninguna manera es un campo frío. Al Barça le espera un infierno Cuando el Barcelona pise las instalaciones del espectacular Veltins Arena no debe de dejarse engañar por las comodidades que ofrece un recinto ultramoderno; por el techo retráctil; el césped de quita y pon y la piscina de masajes en el vestuario entre otras virguerías. Deben de saber los jugadores del Barça que en ese recinto van a vivir la presión de un público que va a presionar como pocos lo hacen en Europa. “Los del Chelsea y los del Porto aún no se lo creen, era absolutamente nuevo para ellos”, sentencia el delantero Kevin Kurányi.El público llena el estadio cada día. “Hasta en los amistosos se llena el campo. Si en pretemporada jugamos cualquier amistoso en casa, lo hacemos ante 50.000 espectadores como mínimo. Si el caso es jugar cualquier partido de la primera ronda de la Intertoto, el número sube hasta 60.000”, explica el capitán Marcelo Bordon.Por su parte, Rolf Joheg, presidente del fan club del Schalke, advierte que “entre 61.000 espectadores nos bebemos 52.000 litros de cerveza durante un partido y eso sirve para pasar mejor los malos momentos. Eso, sin contar los niños y los que nos bebemos antes del partido. Lo que le pedimos al equipo es que corra y que luche, no que juegue bien. Queremos que se comporten como mineros”.El estadio del Schalke 04 fue inaugurado el 13 de agosto del 2001 con el nombre de Arena AufSchalke, reemplazando al antiguo Parkstadion, el 1 de julio de 2005 el estadio cambió su nombre a Veltins-Arena debido a un contrato de derechos de nombre con la cervecería alemana ‘Veltins’. No obstante, durante los partidos de la Champions debe de denominarse por su antiguo nombre debido al conflicto comer cial con Heineken, empresa cervecera que patrocina la Cham-pions League.El césped del estadio se instala el día antes del partido ya que durante la semana ‘vive’ a la intemperie. Un sistema de 16 vagonetas tarda tres horas en introducir el césped en el estadio La superficie de césped sobre la que se jugará el partido es la misma hierba sobre la que se jugó el Mundial y la última que resiste en los estadios alemanes del evento de hace dos años. La del Schalke es la única que no ha necesitado ser replantada.Dentro del estadio, los bares no aceptan monedas ni billetes. Se trabaja con una tarjeta con un microchip que se recarga en una especie de cajeros automáticos y que se entrega al vendedor de cervezas y salchichas, que la pasa por un lector magnético evitando así colas innecesarias. Todo muy bonito, pero cuando empieza el partido, el diseño se olvida y empieza el infierno.