Croacia se encontró con un absurdo penalti austriaco nada más comenzar el encuentro. Modric marcó el gol, pero su equipo decepcionaron al renunciar a su estilo, cediendo el balón a unos inoperantes aunque voluntariosos austriacos, que a punto estuvieron de castigar la indolencia croata.
Mal pintaba el partido para Austria cuando a los tres minutos Olic cae derribado en el área por Aufhauser. Croacia marcó el penalti por mediación de Luka Modric encarrilando los tres primeros puntos para los croatas. Los austriacos, con un planteamiento ultradefensivo, tuvieron que nadar a contracorriente en lo que se presumía un paseo para la selección adriática.
Sin embargo Croacia no dio una buena impresión y, tras unos intentos de buscar el segundo gol y matar el partido, dejó que éste muriese por si sólo ante la inoperancia de Austria, la a priori peor selección del campeonato. Sólo la insistencia de Srna, el mejor de los croatas, animaba el cotarro por parte de su equipo. En frente, sólo Ivanschitz lograba acciones de mérito.
Con el paso de los minutos, Croacia renunció a la posesión y cedió el terreno confiada en la superioridad de su defensa sobre los voluntariosos delanteros austriacos. Estos tuvieron su oportunidad al final del primer tiempo. Croacia prefirió ceder el balón en vez de guardarlo a través de sus hombres de calidad, Modric, Srna y Kranjcar, enviando balones largos a sus dos delanteros. Austria no tiene pólvora pero tampoco hay que subestimar al rival. Y Croacia lo hizo.
La segunda parte fue un monólogo austríaco. A su manera, empuje y carrera, buscando el buen hacer de su capitán y luego de Vastic, el veterano. Oportunidades para empatar tuvieron pero se encontraron con Pletikosa. Croacia sólo logró algún contraataque. Ante un equipo con más poder rematador, sólo un poco, hubiese sucumbido, y de forma merecida.
Sin embargo, Croacia logra su objetivo. Tres puntos y ya es líder del Grupo B, para jugarse el primer puesto, con el permiso de Polonia, con Alemania.
Sin embargo Croacia no dio una buena impresión y, tras unos intentos de buscar el segundo gol y matar el partido, dejó que éste muriese por si sólo ante la inoperancia de Austria, la a priori peor selección del campeonato. Sólo la insistencia de Srna, el mejor de los croatas, animaba el cotarro por parte de su equipo. En frente, sólo Ivanschitz lograba acciones de mérito.
Con el paso de los minutos, Croacia renunció a la posesión y cedió el terreno confiada en la superioridad de su defensa sobre los voluntariosos delanteros austriacos. Estos tuvieron su oportunidad al final del primer tiempo. Croacia prefirió ceder el balón en vez de guardarlo a través de sus hombres de calidad, Modric, Srna y Kranjcar, enviando balones largos a sus dos delanteros. Austria no tiene pólvora pero tampoco hay que subestimar al rival. Y Croacia lo hizo.
La segunda parte fue un monólogo austríaco. A su manera, empuje y carrera, buscando el buen hacer de su capitán y luego de Vastic, el veterano. Oportunidades para empatar tuvieron pero se encontraron con Pletikosa. Croacia sólo logró algún contraataque. Ante un equipo con más poder rematador, sólo un poco, hubiese sucumbido, y de forma merecida.
Sin embargo, Croacia logra su objetivo. Tres puntos y ya es líder del Grupo B, para jugarse el primer puesto, con el permiso de Polonia, con Alemania.
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