viernes, 23 de mayo de 2008

Monaco.El G.P. que tiene veterania y un sabor especial

Mónaco es absolutamente diferente a cualquier otro gran premio. No tiene parangón posible. Ver los monoplazas rodando a más de 300 km/h por las calles del Principado te corta la respiración. Impresionante desde el punto de vista deportivo, tiene otros aspectos que han aumentado la leyenda de uno de los pocos grandes premios que se mantienen desde el inicio de la F1. Los entrenamientos empiezan el jueves y se descansa el viernes, los yates rivalizan en tamaño y los pilotos acuden al circuito en barco. Son datos particulares que hacen única esta carrera.Es la carrera urbana por excelencia, a la espera de ver que nos depararán este año las de Valencia y Singapur. Es de vital importancia clasificar lo más arriba posible el sábado, determinar una buena estrategia, saber adaptarla a las condiciones cambiantes de la carrera y tener suerte en las salidas del coche de seguridad. Adelantar es casi imposible, ya que no hay espacio y es fácil defender la posición. La crono del sábado, en la que se necesita más una vuelta limpia que caballos, y la salida son más del 80% de tu resultado final. De hecho, los últimos cuatro años ha ganado quien ha salido desde la pole position. Y de los pilotos que corren este fin de semana sólo cuatro saben lo que es ganar esta carrera: Alonso (2006 y 2007), Raikkonen (2005), Trulli (2004) y Coulthard (2000 y 2002).Por todas estas situaciones Mónaco es un gran premio especial, en el que no sirven los pronósticos y en el que todo está absolutamente abierto. Y más si hay riesgo de lluvia como se ha anunciado ya. Esta lotería es la que permite hoy a Fernando Alonso, Renault y sus millones de seguidores soñar con un podio el domingo, algo absolutamente impensable en Australia. Avalado por sus dos triunfos consecutivos en este particular trazado y espoleado por la notable mejoría del R28 tras salir en primera línea en el GP de España y su sexta posición en Turquía, el asturiano es capaz de erigirse como el protagonista del fin de semana. De hecho, si en un gran premio normal el coche cuenta más de un 80% sobre las opciones del piloto, aquí se equilibran absolutamente porque una vuelta sin errores es más determinante que tener más caballos de potencia. Y en especial esta temporada, después de que se hayan prohibido las ayudas electrónicas a la conducción, lo que puede multiplicar los errores de los pilotos sobre una pista que no permite el mínimo margen.

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