
Tanto que, desde que dejó el club, mantiene una estrecha relación con Ronaldinho y Messi, a los que ha invitado a su boda, que se celebrará el próximo día 31 en Buenos Aires.Fue la propia novia de Maxi, la espectacular vedette Wanda Nara, la que lo desveló en una revista de su país. “Cuando Maxi jugaba en el Barça, se hizo muy amigo de Ronaldinho y la última vez que le llamó fue para reprocharle que precisamente se había enterado de nuestra boda por la revista Caras en lugar de habérselo dicho personalmente”. Maxi y Nara arreglaron inmediatamente el fallo cometido. “Ya le envíamos la invitación. Y también es muy probable que venga Messi. Todo depende de que el club los autorice, aunque a Ronaldinho tal vez le sea más fácil, porque está por ser vendido, y aprovecharía para pedir un par de días”. Al crack, ahora en horas bajas, no le hará falta pedir permiso para asistir a la boda de su amigo Maxi - “son muy íntimos, porque vivieron mucho tiempo juntos”, asegura Wanda-. Tampoco Leo Messi deberá hacerlo. Todo indica que por esas fechas, dentro de dos semanas, el primer equipo barcelonista ya estará de vacaciones y ambos puedan asistir sin complicaciones a una boda que está centrando la atención de la prensa rosa argentina.Y es que el fiestón va a ser por todo lo alto. “Vamos a festejar a todo trapo porque una boda es algo que se vive una sola vez en la vida”, afirma Wanda. Tras la ceremonia en la iglesia de Santa Elena, el banquete para 200 invitados tendrá lugar en el hotel Alvear, uno de los más lujosos de Buenos Aires. “La fiesta va a ser temática, al mejor estilo de Romeo y Julieta -cuenta Wanda-. El salón va estar todo ambientado como un castillo y va a circular gente vestida toda de época, muy románticos”. La música también será fundamental. Ni más ni menos que van a tocar cuatro bandas. “Una es una sorpresa, nos la regalan”, dice Wanda, que no desvela si Ronaldinho, al que tanto le gusta tocar los bongos, se unirá al ‘sarao’ musical si finalmente acude al bodorrio. En cualquier caso, el ex barcelonista Maxi va a tener una boda sonada. Pese a vivir actualmente en Moscú, se ha comprado los dos trajes - el de la ceremonia civil y el de la eclesiástica- en Madrid, en una tienda en que cuestan de 3.000 a 6.000 euros. También acaba de adquirir un Mercedes SLR McLaren de edición limitada. Y es que ya se sabe que el ‘oro de Moscú’ da para mucho...
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