Los jugadores del Barça tienen una referencia excelente para aumentar su confianza de cara al partido de mañana ante el Manchester United. El Milan enseñó la temporada pasada el camino para eliminar al gigante inglés en una semifinal que reúne unas características muy similares a las que darán inicio mañana. Los de Ferguson iban lanzados hacia la conquista de la Premier League, su juega dinámico y vertical despertaba la admiración en toda Europa, le habían endosado siete goles a la Roma y tenían enfrente a un rival que no podía disputarle el título al Inter, con jugadores que parecían estar culminando un ciclo y que habían sufrido para sobrevivir en la Champions eliminando, por ejemplo, al Celtic en la prórroga.El que debía ser un presumible paseo para el United se convirtió en una clasificación contundente de los rossoneri. La ida se disputó en Old Trafford y los ingleses acabarían llevándose la victoria por 3-2, pero el Milan ya enseñó los dientes. Kaká remontó con dos goles el tanto inicial de Cristiano Ronaldo en la primera parte. También es cierto que faltaban Ferdinand y Vidic y el ahora madridista Heinze fue un coladero. De todos modos, la victoria fue para los locales gracias a su mayor garra encarnada en un poderoso Rooney, quien logró otros dos tantos, el segundo de ellos en el último suspiro. El marcador habló de un triunfo para los de Manchester, aunque las sensaciones fueron mejores para el Milan.La confirmación de que los de Ancelotti no eran ni mucho menos un ‘sparring’ para el United llegó en el partido de vuelta en San Siro. Los italianos se dieron cuenta en Old Trafford que su rival sufría mucho en el centro del campo cuando jugadores como Pirlo o Seedorf se dedicaban a tocar el balón –a la manera que pueden hacer Iniesta y Xavi en el Camp Nou– y que sus centrales se veían desbordados cuando Kaká buscaba su espalada entrando desde atrás o encarando en el uno contra uno. Ferguson no supo solucionar estas deficiencias y el Milan sentenció su pase para la final en apenas media hora. Kaká marcó su tercer gol en la eliminatoria tras un pase de Seedorf y el holandés anotó el segundo gol del encuentro con un potente lanzamiento. Gilardino sentenciaría en la recta final.El Milan puso en evidencia que la trayectoria en el campeonato nacional no sirve para nada en un encuentro a vida o muerte. El Liverpool también lo enseñó cuando ganó la Champions y pudo jugar la siguiente edición gracias a una invitación ya que en la Premier no había terminado entre los cuatro primeros. La máxima competición continental es otra historia y ésta es la esperanza a la que se agarran los barcelonistas.
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