viernes, 7 de marzo de 2008

Arrivederci Madrid.


Esta vez no hubo magia, ni miedo escénico, ni juntos pudieron. La Roma le dio un baño al Madrid y lo echó a la calle.
El Madrid repite historia y queda fuera de Europa otra vez en octavos de final al caer ante una Roma que le ha ganado también en el Bernabéu.
No vino la Roma a verlas venir. Ni a poner el autocar. Y sorprendió a su rival, que esperaba otras directrices en el juego romano. No abusaron del fútbol a la italiana y eso descolocó a los hombres de Schuster, que había planteado su acoso a la meta de Doni construyendo una potente ala izquierda, con Guti y Robinho, Raúl cayendo a la banda derecha y Baptista entrando desde segunda linea. Pero nada, o casi nada de lo escrito en su guión funcionó. Porque el teutón menospreció con arrogancia a la Roma. Se retrató. Y Spalletti acabó dándole un meneo de padre y muy señor mío. Un repaso táctico que no olvidará.La Roma se sintió muy cómoda sobre el Bernabéu. Sin alardes, pero con un enorme sentido de la verticalidad y de solidaridad entre sus jugadores, fue decantando el choque de su lado. Juntos al presionar, juntos en sus salidas, los romanos pronto dejaron claro que su apuesta no era defender el resultado de la ida, sino buscar el gol. Y para ello se valió de un fútbol mucho más moderno y efectivo, que desarboló por completo a los blancos, muy previsibles.El Madrid nunca pudo cerrar los pasillos interiores que creó la Roma, juego en el que Totti es un auténtico maestro y además contó con la inestimable labor de un Aquilani brutal, que tan pronto se jugaba el pie en defensa, como apoyaba una transición o terminaba la jugada con su duro disparo. Como lo mostró a los 17 minutos, cuando estrelló un tiro en el palo y repitió tras el rechace, provocando la parada de la noche de Casillas.Al Madrid le faltó clarividencia en la zona de elaboración donde Guti, atado en corto por De Rossi, nunca encontró los espacios. Los blancos se estrellaron de forma repetida en los metros finales, y sino, como Baptista cuando lanzó un libre directo a la cruceta en los inicios del segundo tiempo. Fue la mejor opción en ataque de un Madrid que le puso voluntad, ganas y coraje pero que a medida que avanzaba el tiempo se veía cada vez más incapaz de superar tácticamente a su rival.Totti seguía con su recital, Schuster sin enterarse y la Roma, estirada y con la convicción de lograr el gol, acosaba a Casillas. Tras varias acciones en las que Iker volvió a ser determinante, Vucinic estrelló un segundo remate en el larguero. Era el minuto 65 y empezaba a mascarse la tragedia. Y llegó. El primer episodio fue la expulsión de Pepe en el minuto 70 y, tres más tarde se produjo el capítulo del gol. Falla Heinze, Taddei marca y el Bernabéu se desespera. Pero en un arranque de orgullo, el Madrid sacó fuerzas para empatar dos minutos después. Raúl, en fuera de juego, dio un poco de vida a su equipo. Pero en realidad, lo único que logró fue prolongar la agonía de los suyos.Los blancos, en inferioridad, desfondados y desquiciados, vieron como Vucinic sentenciaba en el descuento y descabalgaba al Madrid por cuarto año consecutivo en los octavos de final. La Roma fue infinitamente superior a un Madrid que pierde otro pétalo, el segundo, de su ansiado trébol. Y ya sólo le queda uno,y esperemos que tambien se le marchite,jejeje...
en fin siempre queda ver la champions por el plus cada miercolescomodamente desde el sofa de casa.la decima puede esperar.

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