jueves, 30 de enero de 2014

El Racing se planta para defender su dignidad

Los jugadores, abrazados, renuncian a jugar contra la Real ante la negativa del presidente Lavín a dimitir.

  La plantilla del Racing de Santander mantuvo ayer su palabra y se negó a jugar el partido de vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey ante la Real Sociedad al no producirse la dimisión del presidente del club cántabro, Ángel Lavín, y del resto del consejo de administración, tal como exigían.
Los jugadores, a quienes el club adeuda varias nóminas, formaron abrazados en el centro del campo tras el pitido inicial y, después de que los futbolistas de la Real echaran el balón fuera tras hacer un rondo, le comunicaron al árbitro que no iban a sacar de banda. "¿Estáis seguros?»" preguntó el colegiado Gil Manzano al capitán racinguista, el portero Mario Fernández. Tras reiterarle éste su intención, el árbitro señaló el final del encuentro.
El entrenador del Racing, el asturiano Paco Fernández, había anunciado personalmente, antes de comenzar el partido, al de la Real, Jagoba Arrasate, cómo actuarían sus jugadores. Arrasate, al igual que la plantilla de la Real, les ofreció toda su solidaridad.
Los jugadores y el cuerpo técnico racinguista, que fueron despedidos con una gran ovación por los aficionados que se acercaron al Sardinero, habían mantenido por la mañana una reunión con representantes de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE). Su presidente, Luis Rubiales, garantizó a la plantilla que la Federación Española no actuaría contra ellos.
Rubiales, además, aseguró que "en los próximos días" los jugadores recibirían 70.000 euros a través del sindicato para repartir entre toda la plantilla. El Racing no ha podido recibir el dinero por haber alcanzado los cuartos de final de la Copa ya que la Federación tiene embargados sus ingresos.
"Lo que está ocurriendo nos está haciendo más fuertes, sabemos que tenemos el respaldo de todo el mundo. Ahora sólo debemos pensar en la Liga y acabar primeros", comentaba el delantero Mariano.
"No hemos jugado porque la dignidad personal está por encima de todo. No ha sido una decisión fácil, pero lo hemos hecho por respeto al fútbol y al deporte que amamos. Y por respeto a nosotros mismos. No podemos seguir así", manifestó Paco Fernández, quien destacó la "valentía y coraje" de todos sus jugadores.
"La fuente de Cacho", el himno oficioso del Racing, se adueñó de todo El Sardinero, que volvió a pedir a sus jugadores que saltasen al campo para recibir el aplauso de los suyos. Como no podía ser de otra forma, con el entrenador Paco Fernández a la cabeza, regresó al terreno de juego para ser ovacionados.
Además, miembros del cuerpo técnico revelaron que las taquillas permanecieron cerradas durante toda la mañana para evitar la venta de entradas. La directiva prefirió no dispensar entradas a fin de no ver embargada por Hacienda la recaudación de la taquilla.
Ahora otra de las cuestiones que hay que resolver es el castigo que le espera a los jugadores y que va de los 2.000 euros a los 12.000 y al Racing en principio se le prohibirá competir en la próxima edición de la Copa aunque podrían recibir castigos mayores. En manos de Competición están.

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