El Barça dio la bienvenida a Messi tomando medio billete para los
Cuartos de Ffinal de la Copa ante un correcto Getafe, exigido al límite
en defensa y atrevido en ataque pero que no pudo contener la catarata de
fútbol de un rival camino de la excelencia tan esperada.Fue
la noche de Messi, sin duda. Al cabo de 58 días de la lesión que sufrió
en el campo del Betis su nombre tronó en el Camp Nou y su salida del
banquillo, a los cinco minutos de la segunda mitad, fue recibida con
algarabía por parte de una hinchada feliz.Y Leo, tan
agradecido por por el recibimiento como enrabietado por las ganas de
regresar, regaló un homenaje al barcelonismo. Y al fútbol en general. Se
bastó con 28 minutos sobre el campo para dejar patente que el crack
está de vuelta en mayúsculas. Marcó dos goles y pareció que nunca
hubiera estado lesionado.Ante todo ello se contempló a una
afición feliz por el retorno de la estrella y, también, satisfecha,
mucho, por el espectáculo que hasta su entrada ya habían ofrecido sus
compañeros, que sin plasmar en el marcador las muchas ocasiones creadas
sí ofrecieron un fútbol de alta escuela.Se diría que el
Barça preparó la cita del Vicente Calderón dándose un homenaje a si
mismo. Con un fútbol eléctrico, combinativo y vertical a partes iguales,
con una circulación de balón excepcional y buscando la portería de
Codina el equipo de Gerardo Martino repitió, incluso mejorando, las
excelentes sensaciones que dejó el pasado domingo frente al Elche.Y
eso que le costó dar forma en el marcador a su brillantez. Pronto
pareció encarrilar el reto cuando Cesc, completamente solo, remató
picado de forma perfecta un centro largo de Pedro ante el que Codina
nada pudo oponer.En solo nueve minutos la salida en tromba
del Barça daba sus frutos... Pero a partir de ahí el Getafe apretó los
dientes, cerró espacios y aguantó como buenamente pudo el asalto
continuado de un rival desatado. Con Cesc e Iniesta como mariscales,
Pedro y Alexis puntillosos y Sergi Roberto de secundario de lujo por
delante de un firme Busquets, el fútbol ofensivo del equipo azulgrana
regaló las mejores sensaciones.Pero el marcador no
reflejaba esa brillantez. El Getafe, aculado y serio, combatía con honor
y se mostró cómodo con el balón en su poder. Con Pedro León y Sarabia
como estiletes, el equipo madrileño mostró muy buenos modales y se
acercó con peligro a la meta de Pinto, poco ayudado por una defensa no
tan bien posicionada.LA HORA DEL CRACK
La fiesta
se tomó un respiro con el descanso y el corto 1-0 en el marcador y dio
paso al segundo acto, centrado por Messi desde que salió a calentar a
los cinco minutos.Los 39 mil 299 espectadores presentes en
el Camp Nou recibieron con honores la salida de Leo del banquillo y el
argentino devolvió los parabienes, brazo en alto, saludando a los
fieles. Permaneció durante doce minutos correteando por la banda hasta
que Pedro fue derribado en el área.Estaba listo para
entrar pero Martino decidió que no era correcto darle entrada en ese
instante, cuando Cesc se aprestaba a lanzar el penalti. Lo transformó el
'4' e inmediatamente después, a los 63 minutos de partido, Messi volvió
a sentirse futbolista.Tomó el lugar de Iniesta, después
de 58 días de ausencia y el tiempo pareció detenerse. El crack estaba de
vuelta y en los ojos de todos aquellos que acudieron al estadio se pudo
descubrir una sensación de descanso, de alegría y tranquilidad.Como
si nada hubiera pasado, Messi tomó su papel de líder con naturalidad y
con toda la naturalidad, en el minuto 89, reencontró su hábitat natural
cerrando la victoria, convirtiéndola en goleada. Le llegó un balón
rebotado de Montoya y con toda la tranquilidad del mundo lo alojó en la
red.Y para que nada faltase, en tiempo añadido, el genio
creció hasta el infinito marcando el 4-0, en una jugada marca de la
casa. El Barça se dio un baño de felicidad absoluto. Sobresaliente en su
fútbol, recuperó a su estrella. No se podía pedir más.
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