sábado, 11 de enero de 2014

0-0: El Barça se proclama campeón de invierno al empatar contra el Atlético

El Barça acaba líder la primera vuelta tras acosar al final al Atleti.

 

Nadie había puntuado en la Liga en el Calderón hasta que pasó el Barça, ya campeón de invierno tras un 0-0 más que trabajado ante el Atlético después de que Gerardo Martino mostrara personalidad con un once sin Messi ni Neymar. El doble efecto revulsivo no bastó al final para ganar pero el líder refrendó en el temido territorio de Simeone que ha ganado cuerpo en las últimas semanas para pelear por todo hasta mayo. Sufrió, como debe ser en el Manzanares, pero la única asignatura pendiente fue el gol ante el doble muro local y el Atlético poco pudo campar a sus anchas como hubiera querido.
Sin Messi, aún creciendo, y sin Neymar, con gastroenteritis hace unos días y falto de ritmo. Martino fue valiente con una elección justa. Pedro, Cesc y Alexis se ganaron el premio . El indiscutible trío Busquets-Xavi-Iniesta les guardó las espaldas. A la espera de Leo y Ney, Simeone hizo subir las revoluciones de entrada avanzando la primera línea de presión. El arreón inicial colchonero varió algo el guión respecto a la Supercopa, como también un dibujo más cercano al 4-4-2 que al 4-5-1 de agosto. Esta vez Diego Costa no se escoró tan descarado a la derecha para tapar a Alba y aguardó el error culé con Villa como pareja de ataque.
Una internada de Arda Turan y un chut lejano del 'pichichi' local avisaron a los cinco minutos a un Barça que supo sobrevivir, el gran objetivo para el primer tiempo disfrutando de dos conejos de lujo en la chistera. La pasión de Pedro, un portento físico, contagió y despertó al líder, que puso pausa y escondió la bola. Piqué, mariscal con sus anticipaciones, contribuyó a adelantar metros. La locura de la grada se transformó el pitos ante los fluidos rondos de 'Busi', Xavi y un Iniesta que volcó el juego hacia la izquierda. Cesc se sumó para aumentar camisetas cuatribarradas en torno al cuero. Fue así como el Barça arrinconó al Atlético, que lo devolvió a patadones largos cual gato panza arriba. Sí le faltó determinación, profundidad y una marcha más para traducir la reacción en ocasiones.
Un chut de Pedro detenido por Courtois precedió una tímida resurrección de los rojiblancos, encomendados a la amenaza de los córners. Tras uno de ellos, Costa acarició el 1-0 en el área chica en la única ocasión clara del primer acto ante un Valdés poco exigido. Más trabajo tuvo Courtois. Tras un cabezazo alto de Pedro a centro de Iniesta llegó un chut lejano de Piqué que el belga abortó con apuros. Fue un mensaje del central para buscar puerta frente a un rival que machacó a faltas a Iniesta mientras Juanfran no podía con la exuberancia de Pedro. Fue precisamente Andrés el sacrificado para que entrara Messi en el minuto 46, quizá antes de lo previsto, tras la entrada de Gabi con amarilla incluida. Mateu Lahoz también había marcado la línea a Simeone si bien erró al no amonestar a Costa por un claro agarrón a Alba para acabar siendo cómplice de los locales.
La irrupción de Messi por Iniesta conllevó retrasar a Cesc al puesto de interior izquierdo, su preferido. Poco tardó Leo en infundir miedo con un jugadón sobre la línea de fondo que obligó a Courtois a forzar un córner. Sin embargo, la marcha de Iniesta influyó en la momentánea pérdida de control del pulso. El Atlético, feliz en la ida y vuelta, se creció con espacios y Diego Costa, tras una contra armada por Arda Turan, se plantó ante Valdés, quien aguantó firme y propició un disparo desviado.
Con poco menos de media hora por delante, Martino puso el resto de la carne en el asador. Neymar salió por un Alexis voluntarioso pero sin chispa. Pedro pasó la derecha y el Barça ganó en poder de intimidación encerrando otra vez a ratos a un rival fatigado pero siempre competitivo. Messi generó por sí solo casi todo el peligro. Atrajo como un imán a la zaga y liberó a Alba para que le devolviera una pared. Su testarazo acabó fuera antes de una falta a la barrera, que provocó el último intento atlético en un final imprevisible. Ya sin Villa, relevado por Raúl García, Valdés evitó el gol de Turan aunque poco tardó Messi en replicar con un latigazo que exigió mucho más a Courtois, que acabó pidiendo la hora ante el acoso azulgrana. Neymar mostró su versión más eléctrica y Leo liberó a sus compañeros. Sólo faltó ese gol que habría dado un puñetazo a la Liga

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