Mientras en el Camp Nou se disparaban fuegos artificiales festejando los títulos de Liga y Copa, en el vestuario arbitral se quemaba la última traca del protagonista negativo de la jornada. Marc Muniesa, expulsado por una entrada "empleando una fuerza que estimé excesiva". Pep Guardiola, al vestuario por "salir del área técnica y dirigirse a mí gritándo y aplaudiendo una de mis decisiones". Y el recuperador Emili Ricart, también fuera del banquillo "por salir del banquillo adicional, golpeándose la cara con la mano repetidamente, en gesto de mofa hacia mí".Además, Rubinos rubricó su redacción implicando al central Piqué, que no estaba en la convocatoria de Pep Guardiola y vio el choque en la grada: "Finalizado el partido, cuando nos encontrábamos en el túnel de acceso a vestuarios, el jugador del FC Barcelona D. Gerard Piqué Bernabeu, vestido de calle, se dirigió a mí en los siguientes términos: '¡Espero que te vayas satisfecho a casa por la que has montado!'".
El árbitro no olvidó consignar en el acta la presencia de un espontáneo en los últimos minutos sobre el césped. Habrá que ver qué decide el Comité de Competición sobre el documento redactado por el madrileño.
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