
El último entrenamiento que hizo el Barça antes de la final no desveló nada nuevo, ya que toda la preparación de cara a la final ya estaba hecha en Barcelona
Lo de este martes no fue más que una toma de contacto con el escenario que mañana desvelará si el Barça vuelve a reinar en el viejo continente.
Los jugadores hicieron una sesión muy suave en la que Iniesta y Henry participaron junto con el resto del grupo al mismo ritmo que los demás.
En el terreno de juego pudo verse a Guardiola, conversando con Manel Estiarte, encargado de relaciones externas del club y gran amigo de Pep. Pero ese no fue el único momento distendido del técnico de Santpedor. Dos héroes de la final de Wembley, Ronald Koeman y Hristo Stoichkov, bajaron al césped del Olímpico de Roma donde compartieron unos instantes con su ex-compañero de batallas para entre otras cosas, desearle mucha suerte.
Mientras tanto, el equipo seguía haciendo rondos suaves, moviendo el balón con velocidad. Pese a la poca intensidad del entrenamiento, Busquets recibió un golpe de en el tobillo izquierdo y tuvieron que aplicarle un calmante en frío. Todo se quedó ahí, porque un minuto después, el de Badia siguió a lo suyo.
La nota curiosa del entrenamiento fue ver al joven Muniesa calzando las mismas botas Nike amarillas que luce Andrés Iniesta.
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