viernes, 8 de mayo de 2009

1-1: Un golazo 'in extremis' de Iniesta clasifica al Barça para la final de la Champions


Iniesta firma un gol histórico que mete al Barça en su sexta final de la Champions, donde espera el Manchester

Essien marca el primer tanto 'blue' y da valor a la propuesta de un Chelsea que juega sus cartas y abdica al final

'San Valdés' se erige en protagonista siendo un muro salvador que alienta la clasificación azulgrana

Todo empezó un 13 de agosto ya lejano. El barco azulgrana zarpaba con muchas dudas. Tomaba el mando un nuevo capitán, inexperto pero sobradamente preparado. La gente dudaba, el equipo venía de la nada más absoluta y las incógnitas ganaban de mucho a las certezas. A día 6 de mayo, las incógnitas se han convertido en certezas. La Liga está bien amarrada, la final de Copa resta en el horizonte y la Champions aparecía como la opción de doctorarse. Y la magia se coloreó de azulgrana para gritar bien fuerte que ¡el Barça estará en la final de la Champions! Por fe, por ser valiente y por ser poseedor de la verdad del fútbol total que este equipo eleva a los altares.
Guardiola aseguró que ante las dificultades el equipo crecería. Y los problemas se multiplicaron antes de afrontar uno de los partidos más exigentes del curso. Henry, en su mejor momento, no pudo superar sus problemas en la rodilla tras exhibirse en el Bernabéu y Touré fue la solución de emergencia en el eje de la zaga culé. Pero este equipo es indestructible, incluso con el marcador en contra y un hombre menos. Hiddink no enterró su apuesta del Camp Nou, aunque aplicó el factor Stamford Bridge y sacó a relucir lo mejor de su fútbol. Un conjunto sólido, muy bien armado en fase defensiva y plenamente consciente de sus virtudes y defectos.

El Barça pone el fútbol; el Chelsea, el gol

El Barça saltó al terreno de juego con autoridad, siendo fiel a su fútbol, con su personalidad bien definida. El balón y el ritmo del duelo eran de los catalanes. El Chelsea dejó meridianamente claro que su fútbol pasaba por el juego directo, la velocidad de sus puntas y las segundas jugadas. Messi salió de nuevo entre líneas, intentado sacar de la cueva a los centrales. Un rebote a tiro de Xavi avisó al rival. Pero los 'blues' pegaron primero y muy duro. Essien enganchó de volea un zapatazo descomunal con la izquierda que dibujó una trayectoria imparable (8'). Oda 'blue' al juego directo en una acción iniciada, como tantas, por Cech. Jarro de agua fría para los azulgrana, con el recuerdo del solitario gol de Scholes en las 'semis' del curso pasado.

El gol no cambió las constantes de partido. El Chelsea cómodo y reafirmado en su apuesta y el Barça proponiendo fútbol sin conquistar el acorazado londinense. Una falta lejana de Alves precedió un nuevo arreón del Chelsea, que encumbró a Valdés. El cancerbero abortó una aproximación de Drogba y detuvo un trallazo a tiro de falta del mismo marfileño. A la salida del córner remató Terry junto al palo. El Barça, como un flan, resistió otra aproximación de Drogba, que fue derribado dentro del área por Abidal. Pasó lo peor. El Barça empezó a pisar área sin derribar la muralla 'blue'. Era chocar una y mil veces contra la frondosa zaga local. La conexión entre las puntas de lanza culés no existía y el equipo lo pagaba. Lo mejor al punto del descanso: la final de Roma seguía a un gol.

Roma espera al Barça

El partido no cambió de cara tras pasar por la caseta. El Barça se adueñó del cuero a la espera de convertir su dominio en ocasiones. No ayudaba ni la estrategia, que indignó a Guardiola tras una falta desaprovechada. El duelo exigía un cambio de guión que el conjunto azulgrana no encontraba. Y otro zarpazo de los de Hiddink que a punto estuvo de finiquitar el partido y la eliminatoria. Tras una maniobra de Anelka, el cuero llegó a Drogba, que fintó a Piqué y tiró raso para encontrar la respuesta de Valdés con el pie atrás. Era la repetición de lo vivido en el primer tiempo. Touré frenó un nuevo envite de Drogba, peligroso aunque poco resolutivo.

Faltaba una luz que guiara los designios azulgranas. Iniesta ganó protagonismo partiendo desde la izquierda. El golpe lo dio el Chelsea, con la colaboración del colegiado, nefasto para el fútbol. Otro balón luchado por alto por Drogba acabó habilitando a Anelka, que fue derribado por Abidal. Roja más que rigurosa en un partido con tanto en juego. Su criterio permisivo sufrió un cambio fugaz. Piqué, apelando a la épica, tiró flojo y desviado tras enganchar el cuero en el balcón del área de castigo. El árbitro no quiso ver unas manos del central catalán, el que más fe demostró entre los azulgrana. Y el milagro apareció en Stamford Bridge en forma del histórico Kaiserslautern para premiar la decidida apuesta por el fútbol ofensivo de un Barça que alcanza su sexta final de la máxima competición europea. El cuero llegó a Iniesta al borde del área y el manchego conectó un obús con todo el corazón, con la fuerza de todos y cada uno de los culés que merecían este enorme premio.

"La final soñada"

La travesía de la Champions llegó a su puerto de destino: Roma. El Manchester, vigente campeón, buscará revalidar el título contra la maldición del campeón, que nunca retuvo la corona en la era Champions. Su rival será el Barça de Guardiola. "La final soñada", según Laporta. El 27 de mayo se citarán los dos mejores equipos del continente. Messi contra Cristiano, Van der Sar contra el gran Valdés, Iniesta contra Rooney... Una cita ineludible con lo mejor del fútbol mundial. Campeón contra aspirante ¡Gracias Barça!

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