miércoles, 29 de abril de 2009

Barça 0 Chelsea 0 El dia que el futbol no fue justo con el futbol


0-0: El fútbol no es justo con un Barça superior ante un Chelsea ultradefensivo




No puedes creerte nada. El Chelsea de Hiddink venía a Barcelona con la vitola de equipo que apostaba más por un 3-3 que por un 0-0, algo familiar. La realidad, todo lo contrario. El Barça impone y el conjunto inglés, como lo hizo en su día el Manchester o también el Liverpool, dejó claro de entrada que lo suyo no sería el ir y venir que temía Guardiola, aunque la torna no fue mucho mejor. La entrada a última hora de Mikel reforzando la zona ancha daba pistas del planteamiento 'blue'. Una medular física, magnífica disposición sobre el rectángulo de juego, defensa superpoblada y poderosos estiletes arriba. Si a esto le sumamos el poco brillo del conjunto azulgrana, con su tridente ofensivo desconectado, el resultado es este agridulce empate. Para unos bueno, para otros malo. Lo seguro es que no se hizo justicia a las propuestas presentadas a concurso por dos de los aspirantes al trono continental.
Ambientazo impresionante en el Camp Nou

El Barça salió con lo previsto menos Puyol. Pep sacrificó al capitán, que no estará por sanción en la vuelta, apostando por Abidal en la izquierda y la pareja Márquez-Piqué conservó la confianza del técnico. El mexicano estuvo cerca de condenar al equipo en una mala cesión hacia Valdés que acabó marrando Drogba. Acabó lesionado el central, que se retiró con evidentes signos de dolor y dice adiós a la temporada. Del medio hacia arriba, lo previsto. Toque, magia y el portentoso tridente culé arriba. Costó ver a los cracks azulgrana. Henry tuvo sus destellos, Messi frenado y desesperado y Eto'o sacrificado e infravalorado buscando siempre dar juego y abriendo espacios sin aparente rendimiento. Al final se fue antes de tiempo con mal cara tras perdonar ante Cech. Y un '10' para el ambientazo del Camp Nou. La Champions tiene algo más, fútbol en estado puro con el mejor envoltorio posible. El Estadi lo entiende y vive con pasión duelos de esta magnitud. Se perdió pasión con el paso incesante de los minutos y el poco arte dibujado sobre el césped.

Primero, no fallar

En unas semifinales un error se paga muy caro. Los equipos lo saben y actúan en consecuencia. De inicio, mejor asegurar. Poco margen para la improvisación, especialmente en un Chelsea apostando descaradamente por los pelotazos de Cech desde su puerta hacia la zona de ataque. El Barça comprobó enseguida que su aguerrido rival vendería muy cara su piel, más con el duelo en Stamford Bridge en el horizonte. Un planteamiento duro y físico encontró aliento en la permisividad arbitral. Vale igual una protesta que un entradón, cosas del arbitraje europeo, que tampoco contempla señalar un claro penalti sobre Henry y expulsar por doble amarilla a Ballack.

Durante muchos minutos las sensaciones ganaron a la estadística. No había ocasiones, sí mucha tensión. Y no era noticia ver a hasta diez ingleses pertrechados atrás sin vergüenza alguna. Un primer intento de Eto'o ya superado el cuarto de hora y otro de Henry, que apuró hasta la línea de fondo y exigió a Alex, fueros los tímidos intentos iniciales de un Barça paciente. Doble llegada de Henry, el mejor del primer tiempo, con Cech respondiendo con solvencia. Y llegó el punto que pudo cambiar la eliminatoria. La catástrofe planeó sobre el Camp Nou durante unos segundos, los que transcurrieron desde que Márquez regaló el cuero a Drogba y Valdés frenó por dos veces al marfileño. 'San Valdés' también existe. El susto descolocó al equipo, que supo asentarse de nuevo para conservar el doble cero al descanso.

La épica no hace justicia

El inicio del segundo tiempo fue exasperante. El Chelsea logró dormir aún más el duelo y los parones por las lesiones de Henry, en un choque sin consecuencia, y Márquez, junto a una asistencia que precisó Drogba, acabaron limitando las constantes vitales del duelo. Faltaba un revulsivo, un cambio de rumbo en plena marcha. No apareció por el Camp Nou y los minutos se fueron perdiendo sin cesar. Rondó el gol en una magnífica acción individual de Eto'o: control, carrera al espacio y tiro tras dejar atrás a Alex. Respondió Cech para desesperación del africano, que palpó la gloria.

Llegaron los cambios, sorprendentes propuestas de Guardiola: Bojan y Hleb. Tuvieron sus opciones para dar la razón al técnico. El canterano desaprovechando un cabezazo a bocajarro con el Camp Nou cantando el gol y Hleb, falto de toda fe, se plantó ante Cech y desaprovechó el último aliento azulgrana. Decidirá Stamford Bridge. Toca ganar, o empatar con goles. Calco del Manchester-Barça del año pasado. Entonces pasaron los ingleses, pero este Barça es muy distinto. Veremos a otro Chelsea, seguro, que nadie lo dude. Las dudas y el poco fútbol darán paso a la efervescencia británica. Ya sabemos que Roma pasa ahora más que nunca por Londres.

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