lunes, 7 de julio de 2008

La estrategia le cuesta otro podio a Alonso

Hamilton rodó con a la perfección con pavimento mojado.
El campeonato está que arde, con cuatro pilotos separados por dos puntos después de nueve Grandes Premios.

Fernando Alonso vio como el tren del podio pasaba de largo otra vez en la carrera que esta temporada lo ha tenido más cerca y en la que la lluvia fue la gran protagonista. Otro error de estrategia en el equipo Renault, que no le cambió los neumáticos en la primera parada con la pista completamente anegada, echó al traste las ilusiones del piloto asturiano, que al final sólo pudo ser sexto cuando verdaderamente pudo acabar segundo.La victoria correspondió a Lewis Hamilton, que impartió una lección de pilotaje bajo unas condiciones muy difíciles y se quitó una espina imponiéndose en el gran premio ‘de casa’. El británico, que llegó a Silverstone a diez puntos de Felipe Massa, bajo una tormenta de agrias críticas por sus pobres resultados en Montreal y Magny-Cours y por una vida pública más propia de un playboy, ha cruzado el ecuador del campeonato como líder en una de las batallas más igualadas que se recuerdan con cuatro pilotos separados únicamente por tres puntos cuando hay 90 todavía en juego.Ferrari, por su parte, fracasó estrepitosamente en Gran Bretaña y sus monoplazas se ‘ahogaron’ bajo la lluvia. Kimi Raikkonen sufrió el mismo problema que Alonso, ya que cuando entró a repostar no le cambiaron los neumáticos y sus opciones de plantarle cara a Hamilton, que eran elevadas, desaparecieron inmediatamente al perder una media de cinco segundos por vuelta en los siguientes diez giros. La cuarta plaza final del finlandés fue un mal menor para el campeón, que está igualado a puntos con Hamilton y Massa, pero no esconde el tremendo error de estrategia de su equipo.La táctica de la Scuderia fue un desastre en la gestión de la carrera de Raikkonen, mientras que Felipe Massa acumuló uno de los peores fines de semana de su carrera. Hundido en la crono por no poder hacer su último intento al tener un problema al colocarle la rueda trasera derecha, en carrera realizó un mínimo de cinco errores de pilotaje que le llevaron al fondo de la clasificación de una carrera que nunca olvidará. El brasileño, que había conseguido ‘enterrar’ los fantasmas surgidos en Australia y Malasia, vuelve a estar cuestionado después de una actuación que no estuvo acorde con lo que se espera de un firme líder del campeonato.
Oportunidad perdida
La lluvia que cayó sobre Silverstone abrió completamente los pronósticos, pero Fernando Alonso no pudo mostrar todo su potencial en la pista nuevamente por un error de Pat Symonds, el estratega de Renault F1. Después de que Piquet le superara en la primera vuelta, el asturiano recuperó la posición en la segunda y adelantó a Heidfeld en la tercera, colocándose cuarto.Las puertas del podio, con la pista en agua y mientras se sucedían los errores de pilotaje, se le abrían. Sin embargo, cuando se detuvo en la vuelta 20 para hacer el primer repostaje, se cerraron de golpe. El meteorólogo de Renault indicó que no volvería a llover, con lo que decidieron cargarle gasolina y devolverle a la pista sin cambiarle los neumáticos. La lucha de Fernando se centraba en Nick Heidfeld, quien salió por detrás de Alonso cuando hizo su primera parada en la vuelta 22. Sin embargo, el alemán, que al final fue segundo, le adelantó con suma facilidad en la vuelta 24 rodando casi 10 segundos por vuelta más rápido.Con las gomas gastadas, casi slicks, el Renault no podía mantenerse en la trazada en una pista muy deslizante, como si estuviera sobre hielo. Los estrategas analizaron que el asfalto se secaría y que podría recuperar el tiempo perdido, pero seis vueltas más tarde Alonso se veía obligado a entrar de nuevo en boxes al arreciar la lluvia. Entonces sí le pusieron neumáticos nuevos, intermedios, cargándole de combustible hasta el final, con lo que llegó a las últimas vueltas con las ruedas en precario estado y no pudo defenderse de los ataques de Raikkonen y Kovalainen.El error de previsión de Renault fue mayúsculo, no sólo porque volvió a llover dos vueltas más tarde de la primera parada sino porque la pista, evidentemente, no estaba para rodar con los neumáticos en esas condiciones, es decir, casi lisos. Al contrario, Honda arriesgó en montar neumáticos de lluvia extrema con Rubens Barrichello –de la vuelta 35 a la 47– y el premio fue alcanzar un podio que tenían absolutamente prohibido pese a que tuvieron que hacer una parada suplementaria en los boxes.En definitiva, el gran vencedor del GP de Gran Bretaña, novena prueba de la temporada, fue Lewis Hamilton y también el equipo McLaren-Mercedes, que en entrenamientos ya había conseguido una sensacional pole con Kovalainen, pese a que el finés no estuvo a la altura de su compañero en carrera y se vio retrasado por un cúmulo de errores.








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