



Un millón de aficionados festejaron por las calles de la capital la llegada de los campeones. La Plaza de Colón fue la apoteosis de la gran fiesta.
Histórica fiesta la que se vivió ayer en Madrid. Cientos de miles de aficionados –se habló de un millón– no quisieron perderse la llegada de los integrantes de la selección española que se había proclamado campeona de Europa. El colorido, la fiesta, el jolgorio y la alegría fueron indescriptibles, inundando por unas horas las calles más céntricas de Madrid.Respetando en buena parte el horario previsto, los internacionales aterrizaron en Barajas. El viaje en avión ya había sido una fiesta, en la que los jugadores quisieron dejar constancia del cariño por el seleccionador, con el cántico ‘Nosotros no volvemos si el mister no está aquí’. De la escalerilla del avión, todos los componentes de la expedición se instalaron directamente en la parte alta de un autobús descapotable, un vehículo que provocó la pasión en su recorrido por Madrid.Ni la infanta Elena quiso perderse el paso de la caravana. Vestida con una camiseta roja y una franja en diagonal con los colores de la enseña española, la infanta Elena portaba una bandera de España en el puente de Rubén Darío, en el paseo de La Castellana, uno de los puntos de paso del autocar de la selección en su camino hacia la plaza de Colón. Aquí, en la denominada ya ‘plaza roja’ pues así se había teñido en todos los partidos de la selección, la fiesta fue sensacional.Eso sí, el jolgorio no impidió que los protagonistas se acordaran de quienes no podían estar, empezando por el doctor Genaro Borrás, fallecido recientemente y a quien se dedicó una pancarta con el lema ‘Va por tí, Genaro’. O Antonio Puerta, a quien Sergio Ramos honró con una camiseta con su rostro.En la fiesta no faltó de nada. Los informales parlamentos los inició Casillas, quien tuvo un especial recuerdo para Luis, solicitando su renovación. El técnico, emocionado, dedicó el título a la afición y dijo que “el equipo me ha demostrado que es el mejor del mundo”. También tomó la palabra un ronco Fernando Torres, Cesc, Reina... La aparente tranquilidad inicial de Dani Güiza contrastaba con otros compañeros mucho más eufóricos, como Villa o Xavi. El blaugrana dijo que “somos campeones gracias a vuestro apoyo, porque hay un entrenador cojonudo, porque somos una piña” acabando con un “Viva España”. Silva, menos efusivo, dio paso a Manolo Escobar, quien cantó ante el delirio general su“Que viva España”.
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