
En las dos últimas temporadas entre el barcelonismo ha calado con fuerza la sensación de que el talante duro de Henk Ten Cate era el complemento perfecto para el paternalismo de Frank Rijkaard. Quienes crean que la ruptura de ese tándem técnico al término de la temporada 2005-2006 explica en gran medida la pérdida de tensión competitiva en la plantilla del Barça y la desastrosa cosecha posterior tendrán a partir de ahora un nuevo argumento con el que avalar esta teoría. El técnico holandés, hoy miembro del staff técnico del Chelsea finalista de la Copa de Europa, se despachó a gusto con los que fueron hasta hace dos campañas sus pupilos. Lo hizo mientras ejercía de comentarista de Sky Sports del Real Madrid-Barça del pasado miércoles. "Mi impresión personal es que solamente a tres o cuatro jugadores les importaba realmente lo que pasaba", llegó a decir Ten Cate.
En su análisis televisivo, el discurso del antiguo segundo de Rijkaard en el Barça que ganó dos Ligas y una Champions League tuvo un evidente tono pasional, pese a que el partido se retransmitía para una audiencia inglesa. "Sabiendo como saben que el clásico es el partido más importante, con todo lo que significa para Catalunya, para Barcelona y también para su entrenador, no debieron jugar nunca como lo hicieron", señaló en plan acusador. "Demasiados egos, demasiadas estrellas. Han dejado de ayudarse unos a otros y eso puede ser su final", apuntó. Para el hoy segundo del Chelsea lo lamentable es que son "los mismos jugadores que convirtieron al Barça otra vez en una referencia de nivel mundial, especialmente por su forma de jugar, por su estilo de juego. Todo el mundo hablaba de este gran equipo por cómo veía el fútbol"
En su análisis televisivo, el discurso del antiguo segundo de Rijkaard en el Barça que ganó dos Ligas y una Champions League tuvo un evidente tono pasional, pese a que el partido se retransmitía para una audiencia inglesa. "Sabiendo como saben que el clásico es el partido más importante, con todo lo que significa para Catalunya, para Barcelona y también para su entrenador, no debieron jugar nunca como lo hicieron", señaló en plan acusador. "Demasiados egos, demasiadas estrellas. Han dejado de ayudarse unos a otros y eso puede ser su final", apuntó. Para el hoy segundo del Chelsea lo lamentable es que son "los mismos jugadores que convirtieron al Barça otra vez en una referencia de nivel mundial, especialmente por su forma de jugar, por su estilo de juego. Todo el mundo hablaba de este gran equipo por cómo veía el fútbol"
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