
O al menos eso se deduce del comunicado emitido ayer por los organizadores del Rally de Jordania –que coincide en fechas con la carrera en Montmeló–, en el que confirman la presencia del presidente de la FIA en la carrera árabe, por lo que se descarta que el mismo fin de semana el británico aparezca por el paddock de la F1. “Mosley ha apoyado incondicionalmente a Jordania para que su rally pudiera entrar a formar parte de este prestigioso Campeonato y sus organizadores están encantados de que haya aceptado la invitación del Presidente de la Federación de Jordania, el Príncipe Feisal Al Hussein”, señalaba el comunicado. Por su parte, el monarca jordano añadía en el mismo comunicado que “Max ha sido un buen amigo y aliado de Jordania y siempre nos ha apoyado desde que hace tres años presentamos nuestra candidatura a este campeonato, así que estamos encantados de que él pueda compartir esta ocasión histórica con nosotros”. Esta será el segundo gran premio que se pierde el mandatario británico desde que el vídeo de su orgía vio la luz. Hace unos días, el príncipe de Bahrain le prohibió la entrada en el país árabe y ahora, ante las presiones recibidas por todo el mundo del automovilismo, Mosley ha podido esquivar la tormenta accediendo a acudir al Rally de Jordania. El británico está pendiente de que el Senado de la FIA decida sobre su futuro, el 3 de junio.
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