
Los defensores del técnico holandés en la junta directiva cada vez tienen menos argumentos para respaldarle. Los críticos cada vez son más.
Si utilizáramos un símil financiero para explicar la situación actual de Frank Rijkaard como entrenador del Barça, podría asegurarse que el partido del jueves en Mestalla supuso el desplome de las acciones del holandés en el mercado de valores de la directiva. Hasta el jueves, la posición del entrenador ante los máximos accionistas era sólida, porque contaba con la confianza de los directivos.A pesar de los vientos de crisis que se avecinaban en el horizonte, la directiva blaugrana consideraba a Rijkaard el hombre indicado para liderar el nuevo proyecto del Barça de cara al año que viene. Fundamentalmente, la confianza se basaba en el hecho de que, como dijo no hace mucho Txiki Begiristain, “no me pasa por la cabeza que esta temporada no ganemos ningún título”. Ese título, que en el imaginario colectivo se identificaba con la Copa, era el principal activo que sustentaba las opciones de Rijkaard. Unas opciones que se derrumbaron en Mestalla como un castillo de naipes por errores propios del entrenador, pero no exclusivamente suyos. En el fracaso de la Copa tanta culpa tiene el técnico como el equipo y los directivos.Cada vez Rijkaard tiene menos defensores en la junta directiva. Básicamente, porque cada vez es más difícil defenderle. No quiere esto decir que no valoren su trabajo al frente del equipo que ya forma parte de la historia del Barça y que debe de ser recordado como se merece, pero la sensación de que el ciclo ya se ha acabado, es cada día más evidente.La junta directiva le ha dado la espalda al técnico que pierde peso al mismo tiempo que se ve incapaz de encontrar soluciones par enderezar el rumbo del equipo.La directiva barcelonista siempre le ha dado a Rijkaard un gran margen de maniobra para trabajar de puertas adentro del vestuario. Se lo dieron cuando Samuel Eto’o dinamitó el vestuario con sus declaraciones en Vilafranca; se lo dieron tras el fracaso de la temporada actual; se lo dieron para que tratara de reconducir la actitud de Ronaldinho y en cada una de esas apuestas, Rijkaard no ha logrado sacar adelante la situación.Estas decisiones son las que algunos miembros de la directiva esgrimen ante los más firmes defensores del holandés, que por su parte reconocen que cada vez están más mustios de argumentos.La continuidad de Rijkaard en lo que queda de temporada está más que asegurada de no mediar un descalabro de proporciones gigantescas. En la directiva se apuesta por la Champions y se espera que el Madrid, un equipo de carácter tremendamente errático vuelva a dar vidilla al equipo blaugrana.No obstante, la eliminación en la Copa ha sido un palo muy duro y mientras haya vida se mantendrá la esperanza en conseguir ese título que Begiristain considera innegociable ante la prensa y ante la junta directiva cuando presenta sus informes mensuales.Si hace doce meses, la solución sobre el debate de la continuidad de Rijkaard estaba en manos del técnico, ahora las tornas han cambiado. La afición que una temporada atrás se alineaba al lado del técnico de manera rotunda, ahora ya cuestiona al entrenador holandés.La encuestas vienen a confirmar estas sensaciones marcando unos porcentajes sorprendentes hace sólo un año. Ante la pregunta de la página web de SPORT sobre “si se debieran de tomar decisiones ahora, ¿cuáles serían?” el 54 por ciento de los internautas apuestan por un cese fulminante del actual técnico, una decisión que la directiva no contempla.Otra de las preguntas de la web de SPORT era mucho más contundente y el resultado, igualmente clarificador. El 46 por ciento de los internautas daban el nombre del entrenador barcelonista como respuesta a la cuestión de “si esto fuera Gran hermano, ¿a quién nominaría para que abandonara el Barcelona?".En la lista de técnicos favoritos por parte de los internautas, la mano dura de Mourinho es la opción favorita con un 44 por ciento de votos. Probablemente, porque encarna el aspecto más diferenciado de la gestión actual. No obstante, esta opción no es ni mucho menos la mayoritaria en el seno de la junta directiva.Los nombres de Guardiola y Laudrup, son los que también suenan aunque en menos porcentaje que el de acometer la limpieza de vestuario.
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