miércoles, 5 de marzo de 2008

Messi se fue a casa desesperado en el descanso


La hora de la verdad se acerca y Leo Messi quería estar más que nunca al lado de sus compañeros para poner su grano de arena en el intento de luchar por los tres títulos en juego. Su frustración era lógica y el jugador prefirió marcharse del estadio campo sin esperar que sus compañeros accedieran al final del partido a los vestuarios. Leo no tenía ganas de charlar con nadie y la mejor manera de digerir su malestar era recogido con la familia en su domicilio. El jugador ni tan siquiera se duchó y en diez minutos abandonó junto a su padre las instalaciones barcelonistas. Messi no tenía la cabeza para nada ni tan siquiera para ser inspeccionado más detenidamente por los médicos del club. Las pruebas quedarán para esta mañana. Los compañeros querían animarle en el descanso, pero todos entendieron el evidente disgusto del futbolista y que se marchara rápidamente a casa junto a los suyos.

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