miércoles, 12 de marzo de 2008

La ilusión culé se esfumó en dos horas y media


Algo menos de lo que tarda el AVE más veloz en unir Barcelona y Madrid (158 minutos) ha necesitado el Barcelona para alejarse a ocho puntos del líder de la Liga. En 151 minutos, el Barcelona ha pasado de colíder a segundón. Esas dos horas y media de juego efectivo son las que van desde que Ronaldinho marcó su fabulosa chilena en El Calderón que avanzaba al Barça mientras el Madrid empataba en Huelva, hasta que Pérez Burrull decretó el final del partido del Camp Nou del domingo con el Villarreal venciendo al Barça. Un resultado que combinado con la victoria del Madrid un día antes al Espanyol devolvía al Barça a ocho puntos de ese liderato que llegó a tocar durante cinco minutos en el Calderón, que fue el período de tiempo que medió entre el gol de Ronnie y el primero del Kun Agüero.Es difícil explicar las causas de este desplome, pero los datos hablan por sí mismos. El Barcelona no perdía dos partidos seguidos en Liga desde febrero del 2006 cuando cayó en casa ante el Atleti de Torres y posteriormente en Mestalla. El curso pasado, combinando Liga y Champions en dos ocasiones encadenaron dos derrotas (Chelsea y Madrid y Valencia y Liverpool). La pérdida de la seguridad defensiva exhibida hasta el momento (han encajado 8 goles en 4 partidos) también ha pesado como una losa.

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