jueves, 27 de marzo de 2008

Fichar por Ferrari cambió la vida de Kimi

Raikkonen en uno de sus 'malos' momentos Raikkonen cree que despues de haber corrido con Ferrari ya no lo puede hacer con otro monoplaza.Te inplica mucho formar parte de un mito.

Kimi Raikkonen ha sido siempre una persona muy celosa de su vida personal, que siempre ha mantenido al margen de su carrera deportiva como piloto de F1. Desde que fichó por Sauber en 2001 estableció su residencia en Suiza, donde vive habitualmente con su mujer, que se prodiga muy poco en los grandes premios. Al margen de algunas juergas y de tomarse de vez en cuando alguna copa de más, a este finlandés le gusta pasar desapercibido por donde va.Para que se hagan una idea de cómo es el campeón, iba para jugador de hockey sobre hielo, deporte que aún práctica a menudo, pero se quedó por el camino porque si una cosa odiaba, ya de pequeño, era levantarse temprano. En el automovilismo ha exprimido un talento extraordinario, acompañado de una capacidad mental brutal, que contrasta con una asombrosa timidez que refleja en sus conversaciones con la prensa en un tono de voz casi imperceptible.Es, sencillamente, un personaje curioso este Raikkonen. Uno que le ha visto encima de un carro en el aeropuerto de Shanghai, vestido con una bata de colegial, con un amigo de la infancia que le acompaña a todas las carreras, no le extraña que no acuda a ver las carreras de caballos en las que participa su mujer. “Soy alérgico a los caballos y no puedo estar en contacto con ellos por más de media hora”, asegura.Su vida ha cambiado radicalmente desde que fichó por Ferrari. Había quien decía que se estrellaría, que su carácter chocaría con el latino, pero se ha adaptado al milímetro. A la postre, ha sido todo lo contrario y se ha regalado todo lo que se le negó en McLaren. “Sé que conducir un Ferrari es una responsabilidad adicional. Formas parte de un mito y te regala emociones que ningún otro equipo te puede ofrecer. La posibilidad de ganar y el éxito es lo que me estimula, me divierto conduciendo”, apunta. La fama de mala suerte se ha evadido, incluso ahora parece ser un tipo con fortuna, aunque para él todo radica en el trabajo, “en hacerlo bien o mal”.El finlandés, todo un héroe nacional en su país, remarca que haber ganado el título no le ha cambiado nada, “aunque ahora soy más popular y me reconocen por la calle”, y que ahora su objetivo es cumplir los dos años de contrato que le restan. No tiene prisa por renovar, aunque tiene la sensación de que Ferrari será su último equipo en F1, porque aseguran que quien ha estado arriba con un Ferrari no puede correr con otro bólido.Por último, su relación con Felipe Massa es buena, especialmente después del sacrificio del brasileño el año pasado en Interlagos, pero no cierra la puerta a la llegada de Fernando Alonso. El pasado sábado manifestaba en El País que no tiene ninguna objeción a una hipotética llegada del español, “pero nadie sabe qué va a pasar en el futuro. La F1 es muy grande y las posibilidades se multiplican”. Sobre su relación con Fernando decía que “me gusta, es una buena persona. Siempre nos hemos respetado y mantenemos una buena relación. Es un gran piloto, ha sido dos veces campeón del mundo. El año pasado fue muy bien, pero este no dispone del mejor coche y será una temporada difícil para él”.

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