
Nunca antes una clasificación para los cuartos de final de la Champions había sido tan amarga. El FC Barcelona vio enturbiada su felicidad por eliminar al Celtic a causa de una nueva lesión de Leo Messi. Las lágrimas con las que el argentino abandonó el campo dejaron helado el corazón de la 'gent blaugrana'...
El Barcelona vence 1-0 al Celtic de Glasgow y confirma su pase a la siguiente ronda en un partido aburrido.
Las lágrimas de Leo Messi en el minuto 37 tras caer lesionado en el césped han dejado helado el partido de vuelta de la eliminatoria de octavos contra el Celtic. La victoria contra los escoceses por 1-0 ha sido casi lo de menos. La rotura del bíceps femoral izquierdo de Lionel ha sido el punto de inflexión de un partido que deja al Barça más cerca de la final de Moscú con un peaje demasiado alto.
El partido ha empezado vibrante con una primera acción azulgrana realmente impresionante y que ha acabado con un gol de Xavi en el minuto 3. La ejecución del vallesano ha sido perfecta tras una jugada iniciada de una pelota perdida por el Celtic en una fuera de banda. Veinte pases en una jugada en la que han participado todos los jugadore menos Touré han significado el único gol del partido. Para Xavi, el hombre-racha azulgrana, este representa el séptimo de la temporada y el primero en la competición continental.
El Barça con esta dinámica ganadora ha sentenciado la eliminatoria y ha buscado templar el partido. Se las prometían demasiado felices los azulgranas con este optimismo. Así, la imagen del partido la ha protagonizado Leo Messi cuando se ha llevado las manos a la cabeza tras abortar un sprint en la medular del campo escocés. De nuevo, los problemas musculares de Messi han embargado las expectativas del equipo y con ello el ánimo de sus compañeros durante el resto del partido. El ritmo se ha vuelto pesado y sin chispa ante un Celtic que demasiado ha hecho con llegar a octavos de final. El 'buen rollo' de la afición céltica ha sido lo mejor de la eliminatoria. Aún así, el conjunto de Frank Rijkaard no ha sabido buscar mayor premio en la portería de Boruc.
El partido ha empezado vibrante con una primera acción azulgrana realmente impresionante y que ha acabado con un gol de Xavi en el minuto 3. La ejecución del vallesano ha sido perfecta tras una jugada iniciada de una pelota perdida por el Celtic en una fuera de banda. Veinte pases en una jugada en la que han participado todos los jugadore menos Touré han significado el único gol del partido. Para Xavi, el hombre-racha azulgrana, este representa el séptimo de la temporada y el primero en la competición continental.
El Barça con esta dinámica ganadora ha sentenciado la eliminatoria y ha buscado templar el partido. Se las prometían demasiado felices los azulgranas con este optimismo. Así, la imagen del partido la ha protagonizado Leo Messi cuando se ha llevado las manos a la cabeza tras abortar un sprint en la medular del campo escocés. De nuevo, los problemas musculares de Messi han embargado las expectativas del equipo y con ello el ánimo de sus compañeros durante el resto del partido. El ritmo se ha vuelto pesado y sin chispa ante un Celtic que demasiado ha hecho con llegar a octavos de final. El 'buen rollo' de la afición céltica ha sido lo mejor de la eliminatoria. Aún así, el conjunto de Frank Rijkaard no ha sabido buscar mayor premio en la portería de Boruc.
Segundo tiempo.
En la segunda parte, la dinámica no ha cambiado. Si nos pone los pelos de punta la mala pata de Leo, nos debe dar buenas sensaciones la recuperación del eléctrico regate de Ronaldinho, participativo y generoso con sus compañeros. El brasileño, partido tras partido está recuperando el ritmo del auténtico Gaúcho.
De sus botas, el equipo ha recuperado un poco de 'punch' en la segunda mitad con una acción en el minuto 58, que ha puesto a prueba de nuevo al portero polaco del equipo católico de Glasgow. Deco, un minuto después, ha vuelto a probar los tres palos del Celtic. Sumando en estos dos minutos, el Barça ha sacado cinco saques de esquina que no han significado el 'medio gol' que siempre se reclama para los córners.
De sus botas, el equipo ha recuperado un poco de 'punch' en la segunda mitad con una acción en el minuto 58, que ha puesto a prueba de nuevo al portero polaco del equipo católico de Glasgow. Deco, un minuto después, ha vuelto a probar los tres palos del Celtic. Sumando en estos dos minutos, el Barça ha sacado cinco saques de esquina que no han significado el 'medio gol' que siempre se reclama para los córners.
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