
y ademas ayer dio dos dias de fiesta a sus jugadores,sin ni siquiera analizar la derrota contra el villarreal.
La derrota del pasado domingo ante el Villarreal puso al descubierto las lagunas y carencias de un grande como el Barça que va camino de perder su segunda Liga consecutiva ante un Real Madrid que, por plantilla, es claramente inferior al equipo azulgrana. La imagen dada por el conjunto barcelonista ante el 'submarino amarillo' puso los pelos como escarpias a muchos 'culés' que no entendían cómo un equipo plagado de estrellas no acertaba a crear apenas peligro en un partido decisivo y además sufría en defensa, hasta ahora la línea que era más fiable.
Tras el partido, muchas de las miradas críticas convergieron en un hombre, Frank Rijkaard, llamado a liderar el proyecto y a motivar a un grupo que la pasada temporada se dejó el título de forma penosa. Después de que el presidente Laporta denunciase el año pasado que el equipo y el club en general habían caído en la "autocomplacencia", el entrenador holandés asumió el reto de renovar el ambiente, regenerar las bases originales del Barça campeón de dos Ligas y una Champions, y motivar a unos cracks que parecían haber caído en el conformismo tras tocar el cielo.
Un año después, el Barça vuelve a estar mal. Cierto es que sigue vivo en la Champions -está en cuartos de final- y que en la Copa ha alcanzado las semifinales. Sin embargo, la sensación de pobreza que ha transmitido el equipo tras las dos derrotas ligueras consecutivas ante Atlético (4-2) y Villarreal (1-2) no hacen presagiar nada bueno. Y más, teniendo en cuenta que hay viejos vicios que siguen igual de vigentes. Muchos de ellos parten del banquillo.
Táctica fallida
Por un lado, la lesión de Messi ha hecho evidente algo que se presuponía: hay dependencia de Leo. El del Villarreal era el primer partido en que había que sobrevivir sin él, y se fracasó. Rijkaard apostó por poner juntos a Eto'o, Ronaldiho y Henry con un novedoso 4-4-2 con Ronnie por detrás de Eto'o. El resultado fue un desastre, como dijosin tapujos Joan Laporta. Y pudo ser peor, porque de inicio Xavi, el jugador más en forma, apuntaba al banquillo. Sólo acabó jugando de titular por la sobrecarga que sufrió Deco durante el calentamiento.
Tras el partido, Frank no hizo autocrítica en la sala de prensa sino que se enrocó en que el equipo había trabajado mucho. Ayer no apareció por el campo de entrenamiento para supervisar la sesión preparatoria, no repasó con el equipo los errores cometidos el domingo ante el Villarreal -así lo desveló Abidal en rueda de prensa- y después obsequió a la plantilla con dos días de fiesta. Los jugadores acabaron ayer de trabajar a la una del mediodía y no volverán al tajo hasta mañana a las seis de la tarde. El técnico holandés sigue con su táctica de dejar hacer, algo que le funciona cada vez peor.
A todo esto, el Real Madrid vuelve a estar a ocho puntos y Joan Laporta ya dispara con bala. Rikaard tiene una semana para pulir defectos.
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